Puede resultar contradictoria esta pregunta, sobre todo si la formula el responsable de agilizar más de cuarenta proyectos de emprendimiento en este sector… Sin embargo, esto es precisamente uno de los factores que me conduce a reflexionar en este sentido.

El emprendimiento en nuestros días, no debería ser solo una iniciativa de autoempleo, o de “ponerse por su cuenta”, como familiarmente se conoce a ese proceso de abandonar el confort de una nómina, (aunque ésta sea precaria), y lanzarse a capitanear un destino propio, con sus dificultades y expectativas. El emprendimiento en el mundo “startup”, debe venir precedido de un análisis riguroso del objeto de nuestro proyecto, es decir, del fin ultimo que persigue, si realmente viene a solucionar un problema que actualmente el sector no atiende, y que debería mejorar la vida de las personas, o mejor dicho, de los clientes potenciales que habrán de consumir los productos / servicios que genere el proyecto.

Esto, desgraciadamente, no se cumple en la mayoría de iniciativas de emprendimiento en nuestro sector; normalmente, los llamados “emprendedores”, dirigen sus iniciativas a replicar modelos o productos que ya cuentan con implantación y arraigo en nuestro mercado, con algún toque personal en aspectos relacionados con el branding, el equipamiento, el precio, y en la mayoría de casos, las modalidades ofertadas, etc., sin más innovación que la elección del lugar o segmento de mercado al que dirigirse.

Es sorprendente esta falta de originalidad en el emprendimiento, más si cabe en un sector tan joven e inmaduro como el deporte-salud, con perspectivas de evolución infinitas, si consideramos al deporte en sentido amplio (ejercicio físico, modalidades deportivas, actividad física, etc.), como la solución más efectiva e inocua ante los retos en materia de salud que tiene la humanidad en el siglo XXI. Ese reto debería de ocupar de forma integral las iniciativas y proyectos de emprendimiento futuros en nuestro sector, dada la enorme dimensión del mercado que puede emerger si logramos que la humanidad sea consciente del verdadero poder en materia preventiva y correctiva del deporte, y en particular, del ejercicio físico personalizado.

Es prioritario buscar ideas de negocio rentables, que partan de un análisis de oportunidad viable en nuestro sector, y que garanticen un retorno escalar de la inversión necesaria. A partir de esta premisa, podemos reflexionar sobre las áreas de oportunidad que el perfil de un emprendedor puede encontrar en el sector deporte – salud.  

De forma concreta, podemos plantear 4 áreas de oportunidad para el emprendimiento en el sector deporte – salud:

• Proyectos relacionados con la atención específica a poblaciones especiales, que requieren una prescripción de entrenamiento personalizada y ajustada a sus necesidades (perfiles patológicos de amplio espectro), y que actualmente no encuentran soluciones viables ni en el sector médico – sanitario, ni en los gimnasios o centros deportivos convencionales.
• Proyectos relacionados con la tecnología aplicada al diagnóstico, seguimiento y prescripción de ejercicio físico personalizado, con todas las variantes y vertientes posibles, y con capacidad de generar hábito y continuidad en los clientes potenciales.
• Proyectos relacionados con la población madura y mayor, cada vez más presente y numerosa en la composición de nuestra pirámide demográfica, con necesidades diferenciadas en cada segmento de edad, y con demandas de servicios más exigentes y personalizados, dado el consumo habitual y generalizado de ciertos deportes, de fitness y planes de control de peso en las generaciones que se corresponden con el “Baby boomer” de los años 60. Estos además serán clientes de largo recorrido, si atendemos las ratios de esperanza de vida actual. 
• Proyectos relacionados con la salud activa en entornos laborales, a nivel corporativo, facilitando de forma eficiente la inserción de dinámicas personalizadas de ejercicio físico en la jornada laboral, con fines preventivos y / o correctivos, e incorporando sistemas de evaluación permanente de parámetros de rendimiento.

Seguramente habrá otras líneas de desarrollo que, en mayor o menor medida, tendrían que alimentar los futuros proyectos de emprendimiento real en el sector del deporte-salud, pero estas que señalo, pueden cumplir la máxima fundamental de todo proyecto de emprendimiento viable: tratar de solucionar problemas actuales no resueltos, en mercados de demanda cada vez más extensos, y con serias posibilidades de que existan clientes dispuestos a comprar nuestros productos o servicios.

“52.000 muertes en 2017 directamente relacionadas con la inactividad física”

Actualmente, el mercado del fitness y el wellness no ha logrado incorporar más de un 20% de la población, en términos generales; esto significa que 8 de cada 10 personas en nuestro país están fuera de mercado, no conseguimos que incorporen el ejercicio físico y hábitos saludables a su vida diaria. La consecuencia en términos de salud pública es demoledora, “52.000 muertes en 2017 directamente relacionadas con la inactividad física”. Si esta cifra se produjese en accidentes de tráfico, la alarma social sería impresionante; sin embargo, estos “suicidios” silenciosos de producen en nuestro entorno y somos incapaces de reaccionar de forma contundente para cambiar esa tendencia vergonzosa. 

Sin embargo, si lo analizamos en términos empresariales, bajo el foco del emprendedor, estas cifras suponen una enorme oportunidad para diseñar productos, servicios y estrategias que ayuden a captar clientes de ese inmenso 80% de población inactiva. Será preciso innovar en los productos y ajustarlos a la diversidad de públicos existentes, a sus preferencias, ritmos de vida, formas de consumir, canales de comunicación, etc. Estos procesos de innovación, que buscan un mayor ajuste de la oferta deporte-salud a las realidades futuras, deben ser la base conceptual de los proyectos de emprendimiento futuro, sin olvidar los principios básicos de rentabilidad, sostenibilidad y escalabilidad que deberían acompañar toda iniciativa de negocio.

Felipe Pascual